El siglo XIX fue una época de gran prosperidad en lo que se refiere a la industria española. Las grandes ciudades como Barcelona, Madrid o Bilbao acaparaban toda la industria del país pero donde más se concentraba era en el norte y en la costa este de España.
La fábrica de la que hoy os vengo a hablar está enmarcada en la Segunda Revolución Industrial, ocurrida desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Muchas eran las fábricas que se instalaban en la costa para aprovechar la fuerza del agua, pero ésta fábrica decidió instalarse en este lugar no por el agua, sino por la abundancia de la materia prima con la que trabajaban: el corcho.
La empresa fue fundada en el año 1880 en un sector subdesarrollado de un pueblo que empezaba a prosperar a pasos agigantados. Ésta fábrica la formaba una gran nave de dos plantas, unos almacenes anexos y el chalé del dueño de dicha empresa. Todo el conjunto estaba construido al estilo de la arquitectura noruega del siglo XIX (utilización de la madera como objeto decorativo en fachadas).
Imagen tomada durante la inauguración de la fábrica en el año 1880. A la derecha puede verse a un hombre fotografiando uno de los anexos del edificio
En el año 1892 se celebró la Exposición de Bellas Artes en el interior de ésta gran fábrica, con motivo de la inauguración del ferrocarril. Un historiador que acudió a tal evento, quedó maravillado al ver que en ésta población que él mismo catalogó de secundaria, pudieras haber unos jardines tan grandes y de tan buen gusto trabajados: árboles de las especies más singulares, y exóticas plantas que revelaban un trabajo de primera calidad. Para la ocasión se diseñó un puente de madera que unía los jardines de la viuda Ferrer y el de la señora Antonia Vinyas. Incluso se construyó una glorieta en mitad de éstos espléndidos jardines. El parque daba a una pequeña plaza rectangular, rodeada de construcciones, al fondo de la cual se encontraba el edificio donde se había instalado la excepcional muestra artística.
La nave principal de la fábrica contaba con dos pisos donde se distribuyeron 474 obras de arte en cuatro secciones: 1ª. Pintura y dibujo; 2ª. Escultura; 3ª. Fotografía, trabajos en corcho y diversos objetos; y 4ª. Arqueología.
Imagen tomada durante la Exposición de Bellas Artes celebrada en el 3 de julio del año 1892
En el año 1906, ésta fábrica fue alquilada a la compañía C. A. Greiner para el uso y explotación del mismo material que la primera, pero solo la tuvieron rentada hasta el año 1913, cuando ésta fábrica adquirió su propio edificio en otro lugar de la ya entonces "ciudad pequeña".
Poco a poco a ésta fábrica se le fueron añadiendo más almacenes, porches y anexos que lentamente hicieron desprestigiar la belleza con la que contaba a finales del siglo XIX.
Años más tarde, la fábrica pasó a llamarse ILECO (Industria de Laminados y Especialidades del Corcho). Fue en ésta etapa cuando se empezaron a trabajar más variedad de artículos, llegando a fabricar boyas, cinturones, chalecos salvavidas, plantillas, papel, tarjetas, etc., a base de corcho. Incluso el chalé del propietario tenia las paredes cubiertas de paneles de corcho y conglomerado.
Pasaron los años, y como la gran mayoría de las fabricas de corcho de éste país muchas acabaron cerrando sus puertas en las últimas décadas del siglo XX, sobreviviendo solo las de mayor calibre. Es así como ésta empresa cerró sus puertas en la década de los años 80. Hay rumores que dicen que la fábrica se declaró en suspensión de pagos y que los trabajadores, como venganza, incendiaron el chalé ubicado en la misma finca, pero es un hecho que no se ha acabado de demostrar del todo aunque el chalé si tenga algunas habitaciones quemadas.
Éste lugar quedó en el olvido hasta el año 2010 que salió en los periódicos. Una noticia explicaba que se había encontrado el cadáver de un hombre de unos 30 años de edad en avanzado estado de descomposición dentro de los terrenos de la fábrica.
Recientemente, los terrenos que forman parte de ésta vieja fábrica abandonada fueron adquiridos por el Ayuntamiento de la respectiva ciudad para poder restaurar la nave principal, el chale, y construir una sala de ventas en la explanada donde antiguamente se encontraban los espléndidos jardines, actualmente desaparecidos. Las obras empezaron en marzo del año 2016 y actualmente solo se ha habilitado el terreno de los antiguos jardines como aparcamiento de coches temporal, hasta que se formalicen los permisos para iniciar las obras. Para eso se hizo un gran trabajo de deforestación para allanar el terreno, conservando solo unos plataneros y unos olmos centenarios. Únicamente se ha salvado la glorieta, la nave principal, el chalé y dos anexos del total de todo el complejo de la fábrica.
Tengo que decir que éste reportaje está formado a partir de varias visitas. Una realizada en enero de 2016 (antes de realizar ninguna obra), otra en marzo (durante las obras de demolición) y el resto en abril (durante la recogida de escombros).
Espero que os haya interesado la historia del lugar y que ahora os interese el reportaje fotográfico. ¡Hasta otra!
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