En una hermosa ciudad de la Costa Brava, a los pies de una de sus montañas, existe el legado abandonado de una época donde la prosperidad pronto iba a llegar a su fin. Un hombre, que con su afán de embellecer un sector de la población donde solo habÃa una antigua ermita y una cantera, ideó una de las mejores urbanizaciones de la Costa Brava, la Urbanización de Sant Elm, promovida entre 1919 y 1928. Aquel brillante hombre fue Pere Rius i Calvet.
Pere Rius y Calvet nació en Barcelona en el año 1865 en el seno de una familia adinerada. Fue fabricante y
propietario de una fábrica de estampados de tejidos situada en la calle Núria
del barrio de Sant Martà de Barcelona (actualmente inexistente) y también fue cuñado
del artesano jardinero guixolense Joan Arxer i Ferrer.
La primera visita de Rius i Calvet a esta población se remonta al año 1899, cuando éste señor y su familia hicieron una visita a sus cuñados, recientemente casados. Fue muchos años después, diecinueve exactamente, cuando Joan Arxer le propuso la idea de construir una ciudad-jardÃn en aquel fabuloso sector que bordeaba la costa. Rius i Calvet accedió a la propuesta, adquiriendo los
antiguos Baños de Baldomero, la finca de Can Malionis, los terrenos de Vista
Alegre, la ermita y numerosos solares de la montaña para poder construir una urbanización de lujo. Este proyecto contarÃa con la reforma de la antigua ermita del
promontorio, la adecuación de los baños de Baldomero, la formulación de calles
y paseos con instalación eléctrica, numerosos árboles y plantas y la
construcción de modernos chalets que harÃan de la montaña todo un hito
comercial.
La vieja masÃa que Rius i Calvet adquirió para hacer su segunda residencia se remonta a la década de los años cincuenta del siglo XIX, cuando ya hay
constancia de una edificación en aquellos paraje que contaba con una vieja torre
de defensa construida durante las últimas guerras carlistas.
El año
1919 fue el inicio de las obras para restaurar y reformar el antiguo chalet de
Can Malionis, que se encontraba en un estado lamentable de conservación. Rius i Calvet encargó la obra al arquitecto municipal y éste ideó un edificio donde mezclarÃa el estilo
neoclásico y el modernista, creando asà un edificio ecléctico. Para hacer de este edificio una construcción más
suntuosa, hizo ampliar una torre que ya existÃa en la cubierta, coronandola con una cúpula de "trencadÃs".
El
resto del solar de Rius i Calvet contaba con un enorme jardÃn con cientos
de árboles y plantas de todo tipo. Una escalera situada en un lateral izquierdo
de la zona baja servÃa para acceder al primer piso del jardÃn, donde
antiguamente habÃa una gran fuente que contaba con algunos peces. En el segundo piso del jardÃn, Rius
hizo construir una glorieta romántica rodeada con una reja de hierro forjado. Los domingos, si se subÃa a la glorieta, se podÃan
ver los partidos de waterpolo que organizaban los Baños, también reformados por Rius i Calvet.
En la
punta más alta del solar, Rius mandó construir un pequeño mirador al que se
accedÃa por unas escaleras de hierro forjado. Este mirador estaba construido en
obra vista con columnas helicoidales, estilo que surgió con la industrialización del siglo XIX.
Aunque se pueda pensar que este hacendado promovió aquella urbanización como un negocio más, lo cierto es que Rius i Calvet no llegó nunca a sacar grandes beneficios del proyecto. El interés con que trató sus asuntos comerciales en aquella ciudad le hizo buscar la utilidad y el beneficio general de la comunidad, antes que su ganancia personal. Llegó incluso a perder dinero de la inversión que hizo y nunca recuperó.
La vida familiar de este buen hombre estuvo marcada por la tragedia, al morir sus tres hijos a los 15, 10 y 1 años. A pesar de ello, con la ayuda de su esposa Mercedes, que murió en 1925 de una enfermedad cardiovascular, y con la estimación de su hija Rosa, que murió durante la Navidad del año 1937 a causa de una infección, tuvo ánimos aún para ver su aportación al desarrollo urbanÃstico y residencial de un sector de la población.
Al estallar la Guerra Civil, Rius i Calvet iba y venÃa de Barcelona hacia aquella ciudad de manera más asidua ya que en la capital catalana estaba el tiempo muy revuelto. Un dÃa fue tomado por un grupo de milicianos en la ciudad de la Costa Brava, que lo fueron a buscar a su residencia de Can Malionis. Retenido varias horas por la denuncia de un inquilino, fue dejado en libertad y se fue rápidamente hacia Barcelona. Desgraciadamente, en el mes de febrero del año 1937 fue nuevamente tomado en Barcelona por un grupo de soldados que irrumpió violentamente en el piso que Rius i Calvet tenÃa en la calle Balmes y lo llevaron a la prisión de la Via Laietana de Barcelona. Estuvo unos dÃas en la cárcel y sólo su hermana MarÃa estaba autorizada para llevarle comida y ropa limpia. Seis dÃas después de su detención, ningún policÃa sabÃa decirle dónde se encontraba Rius. Oficialmente habÃa sido liberado y conducido a su domicilio. La verdad es que fue ejecutado cerca de la iglesia de Cerdanyola por el bando republicano, por ser considerado un rico hacendado a favor del movimiento nacional.
Cuando finalizó la Guerra Civil y el bando nacional ganó, mucha fue la gente fusilada que se empezó a buscar para enterrarla dignamente en un cementerio. Pere Rius i Calvet fue identificado dos años después de su muerte en una fosa común de la iglesia de Cerdanyola por las ropas que llevaba gracias a su chófer. Un sombrero canotier con las iniciales P.R.C fue la clave para poder identificar el cadáver. Seguidamente fue enterrado en el panteón familiar del cementerio de San Andreu junto con su mujer y sus tres hijos pequeños. Cuando Rosa Rius murió, al no tener dinero por la muerte de su padre, fue enterrada en un nicho que disponÃa la familia Arxer en el cementerio de la ciudad de segunda residencia. A dÃa de hoy sigue enterrada en este nicho ya que ningún familiar de Barcelona la reclamó para enterrarla junto con sus padres, a los que amaba tanto y que sacrificó su vida al no casarse (a pesar de tener muchos pretendientes) para poder estar con ellos.
Cuando
Rius fue detenido y ejecutado en febrero de 1937, al dÃa siguiente de su
fusilamiento, el Ayuntamiento anarquista de la pequeña ciudad obligó a Rosa Rius a que
abandonara la casa ese mismo dÃa, privándola de coger cualquier objeto. Fue asÃ
como se fue a vivir a casa de su tÃa Dolores. Al cabo de poco tiempo,
Dolores, esposa del difunto Joan Arxer, le encontró un piso grande al lado
de la estación de ferrocarril para que pudiera volver a casa y recuperar todo
lo que fuera posible. Sin embargo no fue posible recuperar nada ya que el chalet habÃa sido expoliado al dejarse abierto a cualquiera.
En el año 1950, la finca de Rius i Calvet fue adquirida por un abogado llamado Rafael Buxó Borrás. Aquel hombre no tardó mucho en alquilar este terreno ya que el año 1951 fue arrendado al señor Descayre, el qual transformó el chalet Rius en el nuevo Hotel Yola. Inicialmente éste hotel contó con dieciocho habitaciones, una de las cuales se situaba en lo que quedaba de la antigua torre de defensa, bombardeada durante la Guerra Civil. Respecto al jardÃn de la finca, éste siempre se conservó ya que el personal del hotel se cuidó de él hasta que dejaron el hotel. Más adelante, al quedarse el hotel pequeño, se instaló una casa de madera en una esquina del jardÃn, la cual quedó integrada perfectamente, agrandando el hotel en veintitrés habitaciones.
En el año 1963 el hotel se arrendó a otros propietarios y estos construyeron el gran bloque que actualmente se conserva. Para encajar semejante esperpento, se tuvo que rebajar el jardÃn varios metros, destrozando gran parte del legado que Rius i Calvet habia dejado y que durante tantos años se habÃa cuidado. El nuevo edificio contaba con una nueva recepción, un bar y tres plantas donde habrÃa un total de veintisiete habitaciones nuevas.
Pocos años después se decide reformar el interior del chalet de Rius, añadiendo un salón social y eliminando habitaciones para ampliar un comedor.
En el año 1971 el hotel cambia de dueño, dejando de serlo Rafael Buxó para serlo Montserrat Blanch Pallarols. Es en esta época cuando el hotel se rebautiza como Panorama Park. Este mismo año se decide ampliar el hotel, derribando un edificio anexo al chalet y levantando uno nuevo con veinticuatro habitaciones y añadiendo un piso al chalet.
El año 1972 se hizo una obra para instalar una piscina en una zona donde antes se encontraba la antigua fuente de los jardines Rius i Calvet, acabando de destruir asà el poco jardÃn original que quedaba, exceptuando alguna palmera y alguna planta que se conservó en el borde de la piscina.
Finalmente, en el año 1989 el hotel acabaria teniendo su último dueño, un hombre llamado Joan Anlló que, junto con su hermano Francisco, disponÃa de un patrimonio de ocho hoteles y varios pisos en aquella misma población. Es en este mismo año cuando se decide añadir una planta al edificio principal, añadiendo nueve habitaciones mas, pero a la vez también se reforma el interior de tal edificio y reformando las fachadas de todos los edificios, excepto la del chalet, para que estéticamente fueran todas iguales.
El año 1991 se decide hacer la ultima gran ampliación del hotel, construyendo un edificio que conectara el principal con el anexo del chalet, aumentado el hotel en ochenta y cuatro habitaciones.
El año 2011, la nefasta gestión por parte de Joan Anlló causó que se decidiera acabar de demoler lo que restaba de la antigua torre que coronaba el chalet de Rius i Calvet, con el mismo pretexto que se utilizó anteriormente para derribar la parte superior: la torre privaba a los huéspedes de las vistas a la bahÃa. Este hecho supuso una infracción de la ley de patrimonio aprobada en el año 2000, cuando se habÃa procedido a catalogar el edificio del chalet como patrimonio local y demoler la torre suponÃa atentar contra el patrimonio arquitectónico y artÃstico.
El 19 de febrero del año 2002, Joan Anlló murió en el piso que tenia en uno de sus hoteles, vÃctima de una rotura aortica a los setenta y cuatro años. Es asà como todos sus bienes pasaron a manos de su hermano, el cual murió el veintisiete de noviembre de ese mismo año, vÃctima de un cáncer de pulmón terminal.
Los empleados de los nueve hoteles siguieron administrándolos hasta que a principios del verano del año 2003, un enviado de la Generalitat mandó clausurar los hoteles ya que habÃan quedado huérfanos. Esto ocurrió ya que los hermanos Anlló no tenÃan descendientes ni familiares cercanos a quien dejar la herencia y al no redactar testamento alguno automáticamente la Generalitat se hace beneficiaria de todos los bienes.
A dÃa de hoy, mientras la mitad de los hoteles abandonados han sido subastados y vendidos, el Hotel Panorama sigue deteriorándose por dÃas a causa de un embargo que no permite que se subaste de momento todo el complejo, habiendo cumplido ya trece años desde que se clausuró para siempre.
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Aspecto de los jardines durante la inauguración de los Baños en el año 1922
Aspecto de la glorieta romántica durante la inauguración de los Baños en el año 1922
Pere Rius i Calvet con su hija y su mujer a principios del siglo XX
Aspecto de la masÃa de Can Malionis hacia el año 1918 antes de ser reformada
Aspecto de las obras de reforma del chalet del año 1919
Aspecto de la casa y los jardines una vez finalizadas las obras
Imagen desde el mirador de obra vista en una nevada de los años 30
Aspecto de la casa y la torre reformada durante los años 20
Aspecto de la glorieta y la casa al fondo hacia la mitad de los años 20
Aspecto exterior de la casa y la torre bombardeada durante la Guerra Civil
Interior del recibidor del chalet de Pere Rius i Calvet. La mujer de la imagen es una sobrina
Chicas en el banco de la entrada del chalet de Rius i Calvet
Aspecto del viejo chalet durante sus últimos años como Hotel Panorama
Estado de la fachada del hotel en la actualidad, ya sin la torre
Dos imágenes del estado del comedor del edificio nuevo
Tres imágenes del estado del bar del hotel
Seis imágenes del aspecto de la recepción del hotel pocas horas después de la extinción del incendio ocurrido en el mismo lugar
Cinco imágenes del aspecto del comedor del chalet del hotel